Esta capilla se abre hacia la nave con un vistoso enmarque de labores tardogóticas y sigue el mismo modelo de la capilla de San Sebastián que se ubica justo enfrente de esta, en muchas ocasiones se habla de “capillas gemelas”. Pero no es sólo exclusiva de ambas capillas, si nos fijamos en la capilla del Santo Cristo que nos queda a la derecha, justo detrás del retablo no aparecen de nuevo esas trazas repetidas en los otros dos ejemplos.
El retablo es barroco, del siglo s. XVIII, presidido por una voluminosa imagen de San Agustín, obispo de Hipona, que es a quien se dedica el mismo. A la izquierda aparece Santa Lucía, patrona de la vista, fácilmente reconocible porque porta la bandeja con los ojos. A la derecha otra santa portando unas tenazas en la mano izquierda, que puede ser identificada con Santa Apolonia, patrona de los odontólogos o con Santa Águeda. De menor tamaño, junto al santo, se identifica a San José con el niño a la izquierda, y a san Pancracio a la derecha. En la parte superior del retablo dorado, ubicamos una medalla con el corazón flameante, atributo también de San Agustín.
Sabemos de la existencia de esta capilla y retablo en el año 1790. Gracias a la información cocerniente a la visita del obispo López Gil. Éste lo menciona aludiendo a que esta capilla, junto a la del Santo Cristo y la de San Jerónimo, fueron en su día de Patronato Particular, pero que, para el momento de su visita, era el cabildo el que debía cuidar de ellas celosamente.