
Capitel Mortero
S.XII Procede de la catedral de Jaca (Huesca)
Piedra labrada
Este capitel, de grandes dimensiones, destaca por su elaborada ornamentación a base de elementos vegetales, típicos del arte románico que caracteriza algunos ejemplos similares en nuestra catedral. Su tamaño sugiere que no debió formar parte de los capiteles que decoraron el claustro, al contrario de aquellos que ocupan la panda del antiguo claustro donde se encuentra expuesto actualmente. Esto nos hace pensar que originalmente formaba parte de una estructura monumental, probablemente una columna de gran porte dentro del conjunto arquitectónico del templo.
Estilísticamente nos recuerda a los capiteles que ubicamos actualmente en las arcadas de la lonja grande del templo y, al tener la parte trasera sin labrar nos hace pensar que debió estar adosado a algún muro.
Fue hallado semienterrado, lo que indica que, en algún momento de su historia, dejó de cumplir su función estructural y pasó a tener otro uso. Un detalle significativo es el orificio visible en su parte superior, lo que sugiere que pudo haber sido reutilizado como mortero para la fabricación de incienso. Esta práctica de reciclaje de elementos arquitectónicos era común en épocas pasadas, especialmente en el ámbito religioso, donde se buscaba dar nueva utilidad a materiales de valor simbólico o estructural.
El hallazgo de este capitel fue fruto de la casualidad, ya que apareció en las obras de remodelación del claustro. Lo que parecía un simple elemento para fabricar mortero acabó convirtiéndose en este interesante capitel. Este hallazgo no solo aporta información sobre la arquitectura del templo, sino que también revela aspectos de la vida cotidiana y las prácticas religiosas de la época en la que fue labrado. Su estudio detallado podría proporcionar más pistas sobre su origen, su función original y las transformaciones que ha experimentado a lo largo de los siglos.
El incienso es un elemento clave en la liturgia cristiana y ha sido empleado durante siglos en ceremonias religiosas para simbolizar la elevación hacia lo divino. Este capitel debió jugar un papel importante en la preparación de las celebraciones litúrgicas en la catedral.