Piedad

Procede de la catedral de Jaca (Huesca).
S.XVI-XVII. Óleo sobre lienzo

Actualmente ubicado en la Sala Capitular de nuestro claustro, la temática de este retablo gira en torno a la Pasión de Cristo. Los autores y la cronología exacta de esta misteriosa obra son desconocidos, pero varias de sus características parecen apuntar a que fue encargada por una familia jacetana durante las últimas décadas del siglo XVI, con el fin de ornar su capilla funeraria en la catedral.

Uno de estos indicios es la estructura del retablo. Las imágenes están enmarcadas por una mazonería de aspecto clasicista compuesta por dos grandes columnas de orden toscano que flanquean la tabla central y rematadas con un friso. Éste se encuentra decorado con metopas, triglifos y una sencilla moldura. Asimismo, en el centro del entablamento se representó un escudo conformado por tres peras que los investigadores Valentín Mairal y Luis Orús han asociado a los Pérez, familia que hacia 1570 se habría financiado una capilla funeraria en la seo jaquesa. En la predela, tres imágenes más pequeñas se insertan entre pilastras, mientras en ambas esquinas puede contemplarse un motivo entrelazado que se compone de algunos de los instrumentos de la Pasión de Cristo o Arma Christi.

La iconografía de las pinturas también nos ayuda a ubicar esta pieza en las postrimerías del Renacimiento o ya en pleno Manierismo. En la imagen principal se muestra una Pietá donde una Virgen de rostro aniñado acoge a Cristo que apoya parte de su cuerpo en el suelo. Éste, además, tiene la particularidad del tono rojizo de su cabello. Bajo ambos personajes se han depositado tres clavos y una corona de espinas. Además de esto, la disposición de las figuras, así como el paisaje rocoso al fondo del cual se yerguen tres cruces, recuerdan tanto a la pintura italiana del Cinquecento como a determinadas obras del Greco.

El conjunto se completa con una predela en la cual aparecen tres escenas de menor tamaño. En la central se ha representado una Crucifixión, y a su izquierda aparece una Flagelación de Cristo prácticamente idéntica a la que realizase Sebastiano del Piombo en San Pietro in Montorio hacia 1525. Ambas pinturas, por su temática y su tratamiento, nada tienen que ver con la última de ellas, que nos muestra una Visitación de estilo algo más tosco y que seguramente sea fruto de un repinte posterior.