
Procede de la localidad de Ruesta (Zaragoza).
1534-66. Renacimiento. Óleo sobre tabla.
152 cms. x 144 cms.
Se trata de un pequeño retablo de madera coronado por crestería y que se encuentra dividido en tres calles decoradas por tablas pictóricas donde aparecen representadas las figuras de algunos santos.
A la izquierda aparece San Jorge a caballo luchando contra el dragón, en una escena llena de dinamismo. El santo se representa como un joven ataviado como guerrero que agarra con su mano derecha una gran lanza que dirige hacia el dragón, aunque esta imagen ha desaparecido prácticamente por completo. En un plano posterior hay una joven en actitud orante.
En el centro, presidiendo el retablo, aparece el apóstol Santiago ataviado como peregrino con la concha en el sombrero y con bordón. Se encuentra de pie, en ligero contrapposto, sobre un suelo embaldosado ante un muro bajo tras el que se advierte un paisaje.
La calle de la derecha está ocupada por la representación de San Marcos como un hombre de mediana edad que gira la cabeza para dirigir la mirada a Santiago. Da la impresión de estar sentado, escribiendo en una filacteria. A sus pies, se encontraría el león que suele acompañarle. La localización de la escena es muy similar al de la calle central ya que San Marcos también se encuentra frente a un muro tras el que se abre un paisaje, dando la impresión de que el espacio es una continuación del ocupado por Santiago.