Tablas de San Miguel de Abena (Huesca)

Proceden de la iglesia de San Miguel Arcángel de Abena (Huesca).
S.XV. Juan de la Abadía "El Viejo". Gótico hispano-flamenco.

Fragmento 1

145 cms. x 67,50 cms

Pintura que representa dos escenas de temática religiosa. En el espacio superior aparece la Virgen sujetando el cuerpo inerte de Cristo en compañía de María Magdalena y San Juan Evangelista y en la parte inferior se representa a San Miguel arcángel pesando las almas.


La escena superior se desarrolla al aire libre y está integrada por cuatro personajes. En primer término aparece la Virgen María sujetando el cuerpo sin vida de su hijo frente a una gran cruz de madera. María viste túnica fucsia, manto azul con el interior dorado y velo blanco e inclina ligeramente la cabeza hacia abajo para dirigir la mirada hacia el rostro de Cristo. Éste aparece tumbado sobre su madre, con las piernas apoyadas en el manto de María Magdalena, presenta la cabeza totalmente girada hacia su izquierda con una corona de espinas de color azul y semblante sereno. El torso está desnudo ya que únicamente cubre su desnudez con un pequeño paño de pureza blanco, quedando a la vista la llaga del costado de la que mana abundante sangre. Asimismo, varias gotas de sangre salpican su frente y el centro de ambos empeines. A la izquierda del espectador aparece María Magdalena arrodillada, con los brazos cruzados sobre el pecho y dirigiendo su mirada hacia Cristo. Es una mujer de larga melena castaña que viste una túnica morada y un manto rojo por el exterior y dorado por el interior. Al otro lado se encuentra San Juan Evangelista representado de pie como un hombre de cabello castaño, que viste túnica verde con los puños de armiño, manto rosa y que está descalzo. Con su mano izquierda sujeta la cabeza de Cristo mientras con la derecha se apoya en la Virgen. Su rostro muestra expresión de dolor al presentar el ceño fruncido, los ojos entornados y la boca cerrada. Tanto San Juan como la Virgen y María Magdalena llevan nimbos dorados decorados con círculos concéntricos trabajados con la técnica del pastillaje.


La escena inferior muestra a San Miguel arcángel ante un fondo dorado decorado con motivos florales en relieve. San Miguel se representa como un joven nimbado de melena cobriza y con rostro redondeado de suaves rasgos. Está ataviado como guerrero, con una armadura metálica, una cota dorada y verde, coderas y rodilleras y sobre ellas viste un gran manto de color azul por el exterior y rojo por el interior. El santo sujeta con su mano derecha una gran lanza de madera con la que apunta hacia el ángulo inferior derecho de la obra, espacio al que también dirige su mirada y en el que posiblemente estaría representado el demonio. Con la mano izquierda sostiene una balanza, cuyos platos están ocupados por dos pequeñas figuras, femenina y en actitud orante la de la izquierda según miramos y la de la derecha apenas identificable porque sólo se conserva la cabeza. Junto a San Miguel, en el ángulo inferior izquierdo, aparece un ángel, del que sólo ha llegado la parte superior.


Esta pieza destaca por la variada gama cromática que presenta, el cuidado tratamiento de las telas, con abundantes pliegues y el gusto por los detalles.

Fragmento 2

140 cms. x 45,50 cms.

Pintura de formato vertical que representa a Cristo en la parte inferior y la aparición de San Miguel arcángel sobre el Mausoleo de Adriano en Roma en la zona superior. Cristo aparece nimbado, con túnica fucsia y manto azul, sentado en un banco. Presenta su mano derecha en alto en actitud de bendecir y la izquierda ante el vientre sujetando una esfera de color azul coronada por una cruz dorada.


El resto de la pieza lo ocupa una escena de compleja composición que se desarrolla al aire libre. A la izquierda aparecen varios edificios caracterizados por su verticalidad, frente a los que tiene lugar una procesión formada por numerosas personas que se encaminan hacia un castillo que ocupa la zona derecha de la obra. Algunas personas ya se encuentran dentro del edificio por lo que aparecen de espaldas al espectador; dos obispos mitrados vestidos con ricos mantos de brocado y que portan sendos báculos se disponen a atravesar la puerta, detrás hay un hombre con tonsura y a su lado el papa san Gregorio Magno con tiara y bendiciendo y tras ellos un amplio número de personas que completan el cortejo, cerrado por las mujeres, todas ellas con velos blancos sobre sus cabezas. Encima de la puerta del castillo aparece el arcángel San Miguel nimbado, con túnica roja y las alas desplegadas, limpiando la hoja de una espada.