Renacimiento. Principios del siglo XVI.
Madera tallada, dorada y policromada
Procede de la Catedral de Jaca
La pieza de este mes de abril está dedicada a San Jorge, patrón de Aragón, cuya festividad se celebra el día 23. Su representación se volvió muy habitual a partir de la Edad Moderna, razón por la que suele incluirse en numerosos retablos aragoneses. En la Catedral de San Pedro, son dos las capillas que cuentan con una imagen de este santo: la de San Jerónimo y la de San Miguel.
Esta última, que se abre en el muro sur de la Catedral, fue promovida hacia 1520 por el mercader jacetano Juan Lasala, consejero del emperador Carlos V. Destaca por sus grandes dimensiones, su privilegiada ubicación próxima al altar mayor y su delicada factura, fruto del trabajo del arquitecto y escultor florentino Juan de Moreto. En el interior, un retablo dedicado a San Miguel da nombre a la capilla. La predela cuenta con las imágenes de cuatro santas (de izquierda a derecha, Santa Quiteria, Santa Catalina, Santa Ana con la Virgen niña y Santa Isabel), que flanquean dos a dos la hornacina central, presidida por San Jorge.
El santo aparece representado como un joven guerrero que monta sobre un caballo blanco rampante. Protege su cabeza con un yelmo dorado con visera y viste capa y armadura del mismo color. Cabe destacar el grado de detallismo con el que se ha trabajado la armadura, especialmente los codales y las rodilleras; estas últimas adoptan la forma de una cabeza de león, probablemente por ser este animal símbolo de Cristo, valor y fuerza. Aunque las bridas del caballo no se conservan, San Jorge cierra su mano izquierda con intención de asirlas, mientras que en la diestra sostendría una lanza también desaparecida. El santo estaría clavando su arma en la boca abierta y sangrante del dragón, situado a sus pies.
La lucha de San Jorge y el dragón es el pasaje más conocido de la vida del santo. Su leyenda nos cuenta que nació en Capadocia y que muy joven se enroló en el ejército romano. Sin embargo, durante las persecuciones emprendidas por el emperador Diocleciano contra los cristianos, San Jorge, cristiano confeso, fue martirizado y finalmente decapitado. El episodio del dragón se empieza a difundir en la Edad Media, momento en el que la exégesis cristiana interpretó que San Jorge simboliza la figura del creyente; su caballo blanco, la Iglesia; y el dragón, el paganismo y Satanás.
¿Sabías qué…?
La cruz de San Jorge aparece en el tercer cuartel del escudo de Aragón, junto con cuatro cabezas de moros, haciendo alusión a la batalla de Alcoraz (1096). Según la tradición, el rey Pedro I pudo triunfar frente al ejército musulmán gracias a la aparición del santo, que habría ayudado a los cristianos a reconquistar Huesca.