Localización: Fondos de la Catedral de Jaca.
Autor: Desconocido.
Este mes de abril y con motivo de la Semana Santa presentamos un precioso Via Crucis que actualmente se conserva con los fondos de la catedral de Jaca, por lo que no está expuesto al público.
Literalmente “via crucis” significa “camino de la cruz” y recuerda los momentos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Dicho camino se representa mediante imágenes de la Pasión que se conocen como “estaciones”. Rezar el viacrucis es una de las prácticas de oración más extendidas entre los católicos. Se realiza cada Viernes Santo y también los viernes de la Cuaresma.
Fue el Viernes Santo de 1991 y con la autoría de Juan Pablo II, cuando se creó un nuevo viacrucis compuesto de 15 estaciones basadas en momentos del Nuevo Testamento. Este nuevo viacrucis sustituye al primigenio que estaba basado en pasajes recogidos de la Tradición Cristiana y los evangelios apócrifos, entre los que se encontraban por ejemplo las estaciones de “el encuentro de Jesús con María, su madre” y la estación en la que la Santa Mujer Verónica le enjuga el rostro a Jesús. Este nuevo viacrucis comienza con la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní y finaliza con la sepultura de Jesús. En ocasiones se añade una decimoquinta estación dedicada a la Resurrección de Cristo. En la actualidad, el Papa Francisco ha vuelto a la tradición anterior manteniendo las estaciones tal como estaban antes de la reforma.
La costumbre de rezar estas estaciones nace en Jerusalén, desde los primeros siglos fueron marcados ciertos lugares significativos en los últimos momentos de la vida de Jesús, y se establecieron allí las estaciones de la Cruz convirtiéndose en la meta de muchos peregrinos ya desde la época del emperador Constantino.
Según cuenta la tradición, la Virgen visitaba diariamente las estaciones originales y San Jerónimo escribió sobre la multitud de peregrinos de todos los países que iban a visitar los lugares santos. No se sabe con exactitud cuándo comienza esta devoción, aunque ya en el siglo XII los peregrinos escriben sobre la “Via Sacra” como una ruta por la que se pasaba recorriendo las escenas de la Pasión.
Años más tarde y comprendiendo la dificultad de peregrinar a Tierra Santa, el papa Inocencio XI concedió en 1686 a los franciscanos el derecho de erigir las estaciones del viacrucis en sus iglesias. Progresivamente este derecho se hizo extensivo a otras iglesias, aunque no fueran franciscanas y ya Benedicto XIV en el 1742 exhortó a todos los sacerdotes a enriquecer sus iglesias con las estaciones del vía crucis.
¿Sabías qué…?
La popularidad del Viacrucis ha hecho que el término forme parte del vocabulario común y la expresión de “pasar un viacrucis” se puede utilizar para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida. Igualmente cuando una persona sufre un grave percance se puede comentar que ha pasado un “calvario”.