1791-1792
Óleo sobre lienzo
Catedral de San Pedro de Jaca
Este mes de agosto os mostramos los bocetos preparatorios para los frescos del altar mayor de la Catedral de Jaca, realizados por el pintor zaragozano Fray Manuel Bayeu. Estos bocetos actualmente han sido cedidos a la Exposición “Fray Manuel Bayeu, cartujo, pintor y testigo de su tiempo” que se desarrollará hasta el mes de noviembre de 2018 en la Sala de Exposiciones de la Diputación Provincial de Huesca.
Manuel Bayeu nació en 1740 en Zaragoza, y en el terreno artístico viviría siempre a la sombra de sus hermanos Ramón y Francisco quien llegó a ser pintor de la corte de Carlos III. Fray Manuel decidió dedicar su vida a la religión e ingresó en el monasterio cartujo de Aula Dei (Zaragoza) y finalmente en el de Nuestra Señora de las Fuentes (Huesca), donde realizaría varios trabajos de pintura mural años antes de elaborar los frescos de Jaca. Por parte de su hermana Josefa fue cuñado de Goya, quien pudo enviarle varios bocetos de sus pinturas para que se inspirara, al igual que hizo su hermano Francisco.
Fray Manuel Bayeu decoró en Jaca tres lienzos del altar, la cúpula y las pechinas, siguiendo los modelos que ya había utilizado en Nuestra Señora de las Fuentes y que volvería a utilizar años más tarde en la cartuja de Valldemosa (Mallorca). Estas pinturas, realizadas entre los años 1791 y 1792, muestran escenas del Nuevo Testamento dedicadas a exaltar la figura de San Pedro, titular de la catedral. El boceto correspondiente al muro sur representa la Pesca Milagrosa, momento en el que Jesús llama a los primeros discípulos para que le sigan, indicándoles que a partir de entonces serán pescadores de hombres, y el del muro norte la Aparición de Cristo en el Lago Tiberíades. En las pinturas definitivas del altar mayor estas escenas se completan con ángeles portando los atributos de Santa Orosia (palma, cetro, corona y alfanje) y San Pedro (cruz de triple travesaño, llaves y tiara papal).
También conservamos en el museo los bocetos de las pechinas, en los que se representan alegorías de la Penitencia, la Fe, la Perseverancia y la Caridad, como mujeres flotando entre nubes portando diferentes atributos.
¿SABÍAS QUÉ…?
Hay una pintura más que no podemos contemplar en el altar dado que se encuentra oculta detrás del órgano, de forma que el único modo de conocerla es mediante el boceto. Su iconografía ha sido tradicionalmente identificada como la Entrega de las llaves a San Pedro, pero dado que Cristo aparece con las llagas en las manos tiene que aludir a un momento posterior a la resurrección, de ahí que actualmente se considere como la Triple confesión de San Pedro.