Capilla de la Anunciación

Ocupa un discreto rebaje en el primer tramo de la nave de la epístola (sur), forrado con un retablo plateresco [s. XVI] atribuido al imaginero Pedro Lasaosa. Preside la escena de la Anunciación rodeada por san Agustín -con el corazón ardiente-, san Miguel -acometiendo al dragón-, san Juan Evangelista y san Juan Bautista. En un delicado tondo se efigia a la Virgen con el Niño. Y remata en un ático con el consabido Calvario y los bustos de los apóstoles Pedro y Pablo en sendos medallones. El centro de la predela lo ocupa una Sagrada Cena.

La datación de este retablo coincide con el final del episcopado de Juan de Aragón y Navarra, en 1526, y los convulsos años de su sucesión, que cerró la toma de posesión de Martín de Gurrea (1534-1544) y Pedro Agustín, que muere en 1572, abriendo el retorno a un obispo residencial en Jaca. En estos ocho largos años sin ver obispo en la ciudad de Jaca -entre 1526 y 1534- se hacen la mayor parte de las reformas y modernizaciones de la catedral, cuando el cabildo tiene las manos libres para cerrar con la rica burguesía local la construcción de las capillas y la realización de un nuevo mobiliario acorde con los nuevos tiempos. Es incluso el momento adecuado para levantar, en 1562 la gran sacristía mayor, llevándose por delante las antiguas dependencias capitulares. 

La capilla de la Anunciación, actual, está ubicada en una sección rehundida del muro, por lo que tiene poca profundidad. Se accede a través de un arco escarzano y está cubierta por una estrecha bóveda de crucería. El retablo, de dimensiones modestas, está elaborado en madera policromada y presenta un estilo renacentista decorado con grutescos. En la parte inferior, el banco muestra la escena de la Última Cena, aunque se han perdido los dos relieves laterales que la flanqueaban. El retablo tiene tres calles en dos niveles. La calle central, que abarca ambos niveles, presenta la escena de la Anunciación, sobre la que aparece un tondo con una representación de María sosteniendo al niño Jesús en brazos, estilísticamente relacionada con el Renacimiento italiano. El conjunto se corona con la escena del Calvario.