Procede de la catedral de San Pedro de Jaca (Huesca).
S.XVIII. Barroco.
Óleo sobre cobre. 25 cms. x 20 cms.
Pintura de pequeño formato realizada sobre cobre que representa a Cristo muerto en el sepulcro sostenido por un ángel. Cristo aparece en el centro de la obra, ocupando la mayor parte del espacio, como un hombre de cabello y barba de color castaño rojizo, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo. Su rostro muestra semblante sereno, al presentar los ojos y la boca cerrados y se encuentra desnudo, a excepción de un pequeño paño de pureza de color blanco. El ángel está de pie sobre la tapa abierta del sepulcro.
El tratamiento anatómico no es correcto, ya que en el cuerpo de Cristo la desproporción es evidente, especialmente en los brazos que son demasiado largos y en la cabeza que es muy pequeña.
La obra presenta una gama cromática poco variada y fuertes contrastes lumínicos entre los cuerpos de los personajes y el fondo que queda en penumbra.