Estilo: renacentista.
Localización: Iglesia de Santiago en Jaca.
Hemos reservado para la pieza del mes de diciembre y como broche final de este año jacobeo 2022, el sagrario de la iglesia de Santiago de Jaca. Es una obra de arte ubicada en la cabecera de la iglesia de Santiago, en el lado de la Epístola. A pesar de que su procedencia es desconocida, aparece en el inventario de la Iglesia de Santiago desde 1994.
El sagrario se puede definir como aquel recinto que en la Iglesia está destinado a la reserva de la Eucaristía. La palabra “sagrario” ya indica que es el lugar en el que se guarda lo sagrado y es que el sacerdote guarda en este espacio las hostias consagradas que no han sido consumidas durante la misa. Siempre tiene que poder cerrarse con una llave para ser un lugar seguro y tiene que tener una lamparita roja que indique que allí está Jesús.
El sagrario de la Iglesia de Santiago, es una obra de arte excepcional, fabricada siguiendo las características formales establecidas que debe poseer un sagrario, y en este caso además posee la dignidad y ornato que su función merece. Ya que este sagrario imita un pequeño templo hipóstilo, es decir, un espacio rodeado de columnas y con decoración tanto en sus tres caras, como en el interior.
En la parte izquierda se puede identificar a San Antonio de Padua. San Antonio aparece como un fraile con el Niño Jesús y un lirio en la mano. El lirio representa su pureza y la lucha contra el mal y el Niño recuerda la visión en Camposampiero, en la que el Santo estrechaba entre sus brazos a Jesús niño. El hábito franciscano que viste, es de color marrón y recuerda su pertenencia a la Orden Franciscana.
En la cara central del Sagrario aparece la escena de la Resurrección de Cristo, representada con Jesús de pie sobre el sepulcro portando una bandera blanca, como símbolo de la Resurrección. Por debajo están los guardianes, a los pies de Cristo, donde se puede diferenciar a unos dormidos y otros asombrados al presenciar el fenómeno sagrado, actitud que contrasta con la presencia y tranquilidad del Mesías.
En la cara de la derecha encontramos a San Bernardino, un santo también franciscano del siglo XV, cuyos sermones sirvieron de modelo de predicación para muchos oradores en los siglos posteriores. Se le identifica gracias al símbolo “IHS” (Jesús, Hombre, Salvador) que lleva en la mano, y que él siempre llevaba en estandartes cuando acudía a predicar a las ciudades. Otro atributo característico son las mitras, que hacen referencia a las veces que renunció a ser obispo.
¿Sabías qué…?
El interior del sagrario también posee decoración. En este caso se representa la famosa escena del noli me tangere, que fueron las palabras que Jesucristo dijo a María Magdalena después de su resurrección. En el revés de la puerta aparece la figura de Cristo con atuendo e instrumentos de trabajo de hortelano, y la Magdalena, que está arrodillada y extiende un brazo con intención de tocar a Cristo, que la esquiva.