Románico, finales del siglo XI
Reformada en los siglos XVII y XIX
Situada en el barrio de Santiago (Jaca)
Este año que empieza vuelve a brindar a muchos peregrinos la oportunidad de adentrarse en la Catedral de Santiago de Compostela por su acceso más especial, la Puerta Santa. El Papa Francisco ha prolongado el Año Santo Jacobeo durante todo 2022, y en el MDJ hemos querido unirnos a esta celebración. Por eso, a lo largo de los próximos meses redescubriremos con vosotros un monumento cuya historia se entrelaza con la de la ruta jacobea: la iglesia de Santiago de Jaca.
La primera noticia que tenemos de este templo se recoge en un documento del reinado de Sancho Ramírez, en el que el obispo ordena reconstruir en 1088 la iglesia de San Jaime (Santiago) debido al deterioro que había sufrido tras varios ataques musulmanes. Este dato parece apuntar a que el templo se habría construido entre los siglos IX y X, cronología que se ve reforzada por la existencia de una fuente califal que data de esa misma época y que fue reutilizada como pila bautismal en el interior de la iglesia.
El nuevo templo erigido a finales del siglo XI estaba situado junto al Portal de Baños (una de las puertas de salida de la ciudad), por lo que era una parada obligada para los peregrinos antes de abandonar Jaca. Durante varios siglos, estos accedieron a la iglesia de Santiago atravesando un pórtico occidental coronado con un enorme torreón, cuyas ventanas todavía se conservan y ofrecen un aspecto muy similar a las que poseen las iglesias del Serrablo. En el interior, los peregrinos se encontraban con una sencilla planta basilical compuesta por tres naves y rematada por sendos ábsides.
Sin embargo, a partir del siglo XVII la apariencia de la parroquial de Santiago va a transformarse completamente. Esto se debe a la donación de este templo a la orden de los dominicos (previamente instalados en Santa Cristina de Somport), quienes gestionarán el templo entre 1614 y 1835. Serán ellos quienes decidan dar un giro de 180º a la orientación de la iglesia, de tal forma que su cabecera apunte hacia el oeste y, por tanto, hacia Santiago de Compostela. Los ábsides románicos se derribarán para poder abrir el nuevo acceso al templo (que actualmente sigue en uso), mientras que en el interior se recolocará el altar bajo la torre original, que todavía se puede observar entre los tejados del barrio de Santiago.
¿Sabías que…? Sorprende a muchos el hecho de que no haya ninguna imagen de Santiago en el interior de la Catedral de Jaca, siendo esta un hito tan relevante en el Camino de Santiago. Esto es debido a que probablemente la seo jaquesa fue concebida para albergar ceremonias regias (e incluso algunos investigadores defienden que se diseñó para custodiar el Santo Grial). La atención a los peregrinos se dispensaría, mayoritariamente, en la iglesia de Santiago, donde sí se conservan varias imágenes de este santo apóstol.