Románico, siglo XIII
Pintura al fresco arrancada y traspasada a lienzo
Procede de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Navasa
La segunda Pieza del Mes que hemos elegido para ese Año Jacobeo tiene que ver, como no podía ser de otro modo, con el viaje. Sin embargo, la Pieza de Febrero se centra en su aspecto más doloroso, la migración por motivos forzosos. Esta cuestión supone un gran reto humanitario en la actualidad, y desde el MDJ queremos dar visibilidad a todas aquellas personas que han tenido que huir de sus hogares con un fragmento de las pinturas de Navasa, dedicado a la Huida a Egipto de la Virgen.
Según se relata en el texto bíblico, la Huida a Egipto fue propiciada por un ángel que advirtió a San José en sueños de la persecución de Herodes (Mt 2, 13-15). Las primeras representaciones artísticas de este pasaje datan del período románico, e incluyen generalmente la imagen de la Virgen y el Niño montados sobre una mula de la que tira San José. Esta versión iconográfica la encontramos, por ejemplo, en el Capitel de la familia Latas expuesto en el MDJ, que en origen procedía del claustro románico de la Catedral. Curiosamente, en las pinturas de Navasa se decidió prescindir de la figura de San José y se sustituyó a la modesta mula que generalmente monta la Virgen por un elegante caballo manchado, herrado y ornado con jaeces. Estos elementos, combinados con la suntuosidad de los ropajes de la Virgen, posiblemente fueron recursos del artista para dignificar la figura de María.
Con el paso del tiempo, el tema de la Huida a Egipto se hizo cada vez más recurrente en la pintura, y a partir el siglo XIV encontraremos magníficas versiones de este como las de Giotto, El Greco o Rembrandt). Su iconografía también se enriqueció progresivamente con las aportaciones de los evangelios apócrifos y la Leyenda Dorada, que complementaban el escueto relato recogido en la Biblia. Así, a partir del Gótico se vuelve habitual encontrar a un ángel que acompaña a la Sagrada Familia, ejerciendo la función de guía. También encontraremos otras adaptaciones del tema, como la parada para la leche o el milagro de la palmera (en el que el Niño ordenó a una palmera doblarse para ofrecer sus frutos a la Sagrada Familia).
¿Sabías qué…?
Aunque el brillante tono azul con el que se coloreó el fondo de las pinturas de Navasa aporte una falsa sensación de luminosidad, ¡en realidad las escenas representadas suceden de noche! San Mateo especifica que la Huida a Egipto tiene lugar antes del amanecer y, en el caso de la Adoración de los Magos que le precede, la estrella a la que apunta Baltasar no deja lugar a dudas sobre el momento del día en el que tiene lugar la acción.