El mes de febrero de este Año Santo Compostelano vamos a seguir conociendo los “secretos” de la Iglesia de Santiago de Jaca, punto de visita obligada de los peregrinos que llegan a nuestra Ciudad. Vamos a dedicar, por ello, nuestra pieza del mes a la preciosa Pila Bautismal que custodia este templo.
Nos encontramos ante una sencilla fuente califal octogonal, de perfil polilobulado, formada por cuatro gallones unidos por sendos salientes de perfil triangular y acanalados en su exterior, labrada en mármol de color miel y datable en el siglo X.
Cuando se habla de época califal nos referimos al periodo del Califato Omeya de Córdoba, proclamado por Abderramán III en el 929 y que perduró hasta el año 1031, cuando fue abolido y dio lugar a la fragmentación del estado omeya en multitud de reinos conocidos como taifas.
En cuanto a la ubicación de esta pila bautismal en el interior del templo se sabe que, hasta la década de los años 60 del siglo XX, estaba montada sobre un valioso capitel románico, y que ambos elementos se hallaban empotrados en un muro a los pies de la nave de la epístola de la iglesia, por lo que únicamente podían apreciarse dos de las caras del conjunto.
En 1995 se acomete la restauración tanto del capitel como de la pila y es en este momento cuando se van a separar los dos objetos. El capitel pasará a ser custodiado en una vitrina, por razones de conservación, y la pila bautismal será trasladada a su ubicación actual, cerca del altar mayor y sobre un fuste de alabastro de piedra de Calatorao. De esta manera se acerca la pila del Bautismo a los otros dos ritos de iniciación cristiana: la Confirmación y la Eucaristía.
Desde el punto de vista tipológico, la fuente tiene forma octogonal, símbolo de Resurrección como a la que accede el cristiano a través del Sacramento del Bautismo. Pero además, tiempo atrás la pila estuvo colocada sobre el capitel románico en el que, desde una interpretación cristiana de su iconografía, las cinco efigies presentes en el capitel se identificarían con Adán y Eva siendo expulsados del Paraíso por un hermoso ángel, Caín y Abel. De esta forma la ubicación de la pila bautismal cobraría sentido sobre el capitel como el agua que devuelve al niño la salvación tras el pecado original cometido en el Paraíso.
¿Sabías que…?
Una de los aspectos que llaman la atención sobre esta pieza es el tratar de resolver porqué una fuente musulmana ha acabado siendo el objeto elegido para la celebración del Bautismo. Lo cierto es que a lo largo de la historia, obras de arte de distintas civilizaciones han sido reutilizadas por la siguientes como símbolo de poder y ocupación, En este caso particular también puede ser que se decidiera reaprovechar la fuente otorgándole un sentido mucho más profundo como símbolo de la fons vitae o fuente de la vida situada en el centro del Paraíso y cuya aguas purificaban el mundo.
Quizás esta fuente califal sea reflejo del sincretismo y unión de civilizaciones en la que cristianos, judíos y musulmanes convivieron en aquella Jaca medieval, en torno al barrio de Santiago, uno de los más antiguos de la ciudad.