Localización: Altar de la Catedral de Jaca.
Autor: Fray Manuel Bayeu Subías.
Estilo: Barroco.
Santiago de Zebedeo conocido también con el nombre de Santiago el Mayor, para diferenciarlo de Santiago el menor, otro miembro del grupo de los apóstoles, integró el grupo de los seguidores de Jesús que tuvo la oportunidad de estar con él en alguna de las ocasiones más especiales de su vida: fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo, de la Transfiguración y la oración en el huerto de Getsemaní. También fue testigo de la aparición de Jesús resucitado a orillas del lago de Tiberíades y estuvo presente en la pesca milagrosa.
Según la tradición medieval, tras el Pentecostés, cuando los apóstoles fueron enviados a predicar, Santiago cruzó el mar Mediterráneo y desembarcó en Hispania. Aquí en la Península consiguió hacer algunos discípulos, y para poder seguir su tarea evangelizadora, una vez Santiago regresó a Jerusalén, los discípulos marcharon a Roma para ser ordenados obispos por San Pedro, y han pasado a la historia como los Siete Varones Apostólicos, que fueron los mismos que acompañaron a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar.
Fue condenado a muerte y decapitado por orden del rey de Judea, Herodes Agripa I, por esto su muerte puede ser fechada entre los años 41 y 44 d.C. cuando estaba de vuelta en Jerusalén para visitar a la Virgen María. La leyenda cuenta que dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro, llevaron su cuerpo por el mar Mediterráneo en una barca de piedra hasta Galicia y lo enterraron en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro en el siglo IX lo encontró. El aviso que dio el ermitaño cristiano Pelayo, sobre unas luces que brillaban en la cima de un monte deshabitado, condujeron a la tumba que fue atribuida al apóstol. El rey ordenó construir un pequeño templo que fue el origen de la Catedral de Santiago de Compostela, epíteto que proviene de campus stellae o campo de estrellas. El descubrimiento de la tumba supuso para el rey de Asturias una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino bajo la especial protección del Apóstol y la cristianización de la antigua “Vía del Finisterre”, una ruta seguida tradicionalmente hasta el supuesto fin del mundo. Este camino se convirtió en el tercer núcleo de peregrinación medieval, por detrás únicamente de Roma y Jerusalén.
Santiago suele ser representado con las vestimentas típicas de un peregrino, con el bordón, el zurrón y un sombrero de ala ancha tocado con una venera boca abajo.
¿Sabías que…?
Además de patrono de España, Santiago Apóstol también lo es de numerosos pueblos y ciudades que celebran el 25 de julio las fiestas en su honor. Es patrono asimismo del Arma de Caballería del Ejército de Tierra. La frase final del Himno de esta arma es una de las más conocidas de España en la reconquista: “Santiago y cierra España”.