Renacimiento, ss. XV-XVI. Versión en papel, ss .XIX-XX.
Partitura en tinta sobre papel
Procede de la Catedral de San Pedro de Jaca
La pieza de este mes de junio la dedicamos, como no podía ser de otro modo, a Santa Orosia. La festividad de nuestra patrona tendrá lugar el día 25, por ser ese el día en el que, según la tradición, el pastor Guillén descubrió el cuerpo de Santa Orosia en el monte de Yebra de Basa y lo trajo hasta Jaca.
En torno a esta festividad tiene lugar una romería que tenemos perfectamente documentada desde el siglo XVI. Mientras que en Yebra de Basa se sube al Santuario del Puerto el día 25 para rendir culto a la Cabeza, en Jaca se concentran en torno a la reliquia del Cuerpo habitantes y romeros de la ciudad, así como representantes de los pueblos de la Val Ancha, la Val Estrecha, Campo de Abena y, por supuesto, de Guasillo (de donde procedía el pastor Guillén). Todos ellos acompañan a las reliquias de la patrona, que son sacadas en procesión por las calles de Jaca en una comitiva presidida por el Obispo.
Se unen a esta procesión ocho danzantes, un mairal, un rabadan y un músico con su chiflo y su salterio, encargados de poner baile y música a esta tradición. Estos danzan el tradicional “paloteau”, así como también cantan el Himno de Santa Orosia. El actual himno data de los años 40 del siglo XX y fue compuesto por Francisco Quintilla Aramendía y Manuel Gállego Nasarrre, pero sabemos de la existencia de otros himnos más antiguos de carácter litúrgico, como el que se conserva transcrito en el ámbito Torreta del Museo Diocesano.
Se trata de una melodía renacentista, cantada en latín y seguramente compuesta a finales del siglo XV, cuando el culto a Santa Orosia vivió un gran auge. La versión conservada en papel, sin embargo, debió de elaborarse a finales del siglo XIX. A diferencia del himno del siglo XX, de carácter más festivo y centrado en las virtudes de la santa, este probablemente se reservase para acompañar determinadas misas y pone de relevancia el martirio de Santa Orosia. De esta manera, las dos últimas estrofas destacan el valor de su sacrificio por la Fe:
Cánticos a la digna y distinguida virgen
piden desde los abruptos montes en secreto.
Concede(los), Señor, por el sacrificio de su Fe
(tú) que reinas uno y trino.
Digno martirio ofrece
desde las grutas de los Pirineos
y da prueba de su valor ante las calamidades
protégela, tú que vives por los siglos. Amén
Con estos bellos versos en honor a nuestra patrona queremos desearos a todos un feliz día de Santa Orosia y unas felices fiestas.
¿Sabías qué…?
Las primeras melodías dedicadas a Santa Orosia debieron transmitirse de manera oral. Sin embargo, las piezas musicales medievales y renacentistas seguían un sistema de notación diferente al de la copia del Himno que hemos conservado: mientras que desde el Barroco se utilizan figuras rítmicas (las “notas”) para indicar la melodía y el ritmo, en épocas previas se usaban “neumas” (unos pequeños signos encima de cada sílaba) o “tablaturas” (valores numéricos).