Localización: Altar de la Catedral de Jaca.
Autor: Fray Manuel Bayeu Subías.
Estilo: Barroco.
San Juan Bautista aparece como uno de los protagonistas en los frescos del altar, ubicado sobre la firma del autor de la decoración del mismo, Fray Manuel Bayeu. Este personaje es fácilmente identificable al ir acompañado de un cordero, que es uno de los símbolos de la iconografía del Bautista. La Iglesia Católica celebra su festividad el 24 de junio, exactamente seis meses antes del nacimiento de Jesús, ya que el Evangelio cuenta que su madre Isabel llevaba seis meses de embarazo cuando el ángel Gabriel anunció a la Virgen María que sería madre del Mesías.
El evangelio de San Lucas inicia su narración con el nacimiento de San Juan Bautista y las circunstancias que lo precedieron: Isabel era una mujer estéril y ya muy anciana cuando vio cumplirse sus deseos de descendencia, con el anuncio del ángel Gabriel a Zacarías, que era un sacerdote judío y su esposo, de que iba a tener un hijo al que pondría por nombre Juan y que durante su vida convertiría a muchos para Dios.
Al poco de esto fue la Virgen María quien recibió, del mismo ángel, la noticia de su embarazo y corrió a encontrarse con su prima. Éstas se saludaron con un abrazo y el san Juan saltó de alegría en el vientre de su madre. Esta escena ha sido representada en numerosas ocasiones en el arte y se conoce con el nombre de “la Visitación”.
De la infancia de San Juan prácticamente no se sabe nada, únicamente que quedó huérfano muy joven y huyó al desierto, vivió hasta los treinta años vestido con una piel de camello, alimentándose de frutas silvestres, raíces, langostas y miel silvestre. A los treinta años más o menos, fue conducido a la ribera del río Jordán por el Espíritu Santo para predicar un bautismo de penitencia y allí empezó a predicar el Reino de Dios.
Juan el Bautista recriminó el matrimonio de Herodes y Herodías, por haber sido esta última la mujer del hermano de Herodes, y este acto le costó la muerte, ya que la hija de Herodías, influida por su madre pidió al rey como obsequio por su baile, la cabeza del Bautista en una bandeja. El rey, para cumplir su palabra, ordenó decapitar a San Juan y entregar su cabeza a la joven. Esto sucedió en el año 35 d.C. según se relata el evangelista San Mateo.
¿Sabías que…?
Al ser San Juan Bautista uno de los santos con mayor devoción popular, muchas ciudades se atribuyen la posesión de algunas de sus reliquias. Desde el siglo XII se venera en la basílica de San Silvestro in Capite (Roma) el cráneo del Bautista. Pero otra historia narra que el cráneo fue llevado desde Constantinopla hasta Notre-Dame de Amiens en el 1206; otra cabeza se encuentra en la Gran Mezquita de Damasco y en el 2012 se analizaron unas reliquias en Bulgaria, encontrando que eran del siglo primero y por las descripciones de la urna, pudieron pertenecer también a San Juan.