Con motivo del 75 aniversario de la fundación de la Hermandad de San Juan de la Peña, la Catedral de Jaca ha vivido un momento verdaderamente histórico. En la jornada de ayer, 15 de julio, recibió en visita extraordinaria el Santo Cáliz procedente de la Catedral de Valencia, una reliquia de enorme significado espiritual y simbólico para el cristianismo.
La respuesta de los fieles y visitantes fue abrumadora. Desde primeras horas de la tarde, la Catedral se fue llenado de visitantes, fieles y curiosos que no quisieron perder la oportunidad de participar en este acontecimiento único. Vecinos de Jaca, peregrinos, turistas y miembros de distintas hermandades se acercaron con emoción y recogimiento para venerar el cáliz que, según la tradición, utilizó Jesucristo en la Última Cena. A las 20:00h de la tarde, hora en la que llegó la reliquia, no cabía un alfiler en nuestro templo.
Durante su permanencia, se celebraron distintos actos litúrgicos y momentos de oración en un ambiente de profunda devoción, en torno a esta singular conmemoración. El Santo Cáliz permanecerá en la Catedral hasta la jornada de hoy, permitiendo que quienes aún no hayan podido acudir tengan la oportunidad de contemplarlo.
Este evento, que quedará grabado en la memoria de la ciudad y de la diócesis, ha sido posible gracias a la colaboración entre la Hermandad de San Juan de la Peña, el Cabildo Catedralicio y la Archidiócesis de Valencia, en un gesto de fraternidad y fe compartida.
¿Por qué debemos referirnos a esta reliquia como "Santo Cáliz" y no "Santo Grial"?
Hemos leído y escuchado en diferentes medios que es «grial» lo que ha venido a Jaca y, aunque popularmente se habla del “Santo Grial”, es importante aclarar que la reliquia que nos visita desde la Catedral de Valencia debe denominarse con propiedad Santo Cáliz. La expresión “Santo Grial” pertenece más al ámbito de la literatura medieval y las leyendas artúricas, donde aparece como un objeto mágico o simbólico vinculado a la búsqueda espiritual y a los caballeros de la Mesa Redonda. En cambio, el Santo Cáliz hace referencia concreta a la copa que, según la tradición, utilizó Jesucristo en la Última Cena para instituir la Eucaristía. El que se conserva y venera en Valencia es una reliquia tangible, con siglos de historia, profundamente arraigada en la devoción cristiana, y no un objeto mítico. Por ello, al hablar de esta venerada copa, que ha sido traída a nuestra catedral en un acto de excepcional significado, el término correcto es Santo Cáliz, como lo reconoce la Iglesia y la tradición litúrgica.