Cronología: Siglo XVI.
Técnica: Temple y retoques al óleo sobre tabla.
Localización: Museo Diocesano de Jaca.
Siguiendo con la temática jacobea, hemos seleccionado como pieza del mes de marzo el tríptico de Santiago. Es una obra del siglo XVI procedente de la ermita de Santiago de Ruesta (Zaragoza), elaborada sobre tabla con la técnica del temple y con retoques al óleo. Se completa con unas cresterías doradas que coronan cada una de las calles del retablo.
Es una obra dedicada al santo titular de la ermita, el apóstol Santiago, que aparece representado en el centro y ataviado con los elementos característicos de los peregrinos: el bordón y el sombrero decorado con una venera. Santiago es uno de los santos protectores de los peregrinos que siguen la ruta jacobea.
A la izquierda de Santiago y dirigiendo la mirada hacia él, se puede identificar al evangelista San Marcos, en actitud de escribir y acompañado de un león. Es posible que se decidiera representar a este personaje porque en el evangelio de San Marcos aparece citado en numerosas ocasiones el apóstol Santiago. por ejemplo, según San Marcos los pescadores: Pedro, Andrés, Juan y Santiago […] se convierten en los primeros discípulos de Jesús (Mc 1:16-20). Santiago, además de ser uno de los primeros mencionados en las listas de los 12 apóstoles, junto con Pedro y con Juan conforma el círculo más próximo de Jesús, y serán los que presencien la resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración de Cristo y la escena del Huerto de los Olivos.
A la derecha del protagonista del retablo, se reconoce a San Jorge, que ya desde finales de la Edad Media cobró gran relevancia como patrón de la Corona de Aragón. Además, en el tríptico, aparece llevando a cabo la hazaña más conocida de su vida: montado sobre su caballo blanco, matando al dragón y salvando a la princesa, que habitaba en la ciudad de Silca (Libia). Cuando el santo incrustó la lanza al dragón en el pecho, la leyenda narra que de la sangre que derramó nació un rosal.
¿Sabías que…?
La representación de la perspectiva ha sido uno de los estudios más perseguidos por los artistas a lo largo de la historia. Numerosos tratados e investigaciones se han llevado a cabo persiguiendo la creación de una sensación de profundidad en la pintura, es decir plasmar las tres dimensiones en un soporte bidimensional.
Destacan dos tipos de perspectiva como las más empleadas en la pintura: la perspectiva lineal o cónica, que es un método matemático que consiste en la proyección de líneas rectas, que sobre el plano, confluyen en un mismo punto; y la perspectiva aérea o atmosférica en la que a medida que la distancia es mayor, la nitidez disminuye, los tonos se vuelven más azulados y los contornos de los objetos y los personajes se desdibujan, como ocurre en la realidad. Este es el recurso que se utilizó en este retablo, consiguiendo con ello crear esa sensación de profundidad.