Capitel del Sacrificio de Isaac
Románico. Final s. XI – Principio s. XII
Como clausura de la serie de obras dedicadas al Año de la Misericordia queremos proponer como Pieza del Mes de noviembre el capitel del sacrificio de Isaac ya que es el ángel, por mandato de Dios Padre Misericordioso, quién evita la muerte a este personaje.
El capitel que vamos a estudiar está situado en la puerta sur de la catedral de Jaca. Fue realizado en las últimas etapas de la construcción, hacia 1093-1094, durante las cuales se añadió la decoración a los elementos arquitectónicos ya construidos. La creación del capitel del sacrificio de Isaac fue obra del llamado Maestro de Jaca donde plasmó todos sus conocimientos y desarrolló una puesta en escena inspirada en el arte clásico greco-latino.
Este capitel describe el ciclo de Abraham e Isaac tal y como relata el Antiguo Testamento (Gn 22, 1-18). En la primera cara aparecen tres personajes dando vida al momento en el que Abraham, sujetando a su hijo Isaac por el cabello, está a punto de sacrificarlo con una espada pero la mano de Abraham es detenida en el último instante por un ángel enviado por el Señor, mostrando con este acto de compasión, la infinita misericordia de Dios. En la segunda cara, un personaje de larga cabellera (Abraham) sacrifica a un cordero sobre el altar.
Los diferentes estudios de este capitel a lo largo de los siglos XX y XXI han puesto de manifiesto una posible filiación entre el capitel del sacrificio de Isaac y el capitel de Caín de San Martín de Frómista (Palencia), el cual se inspira directamente en un sarcófago romano. Según indica la historiografía, hacia el año 1088 se celebró en Husillos (Palencia) un concilio convocado por el rey Alfonso VI de Castilla. En la colegiata de este pueblo se había reutilizado en el siglo X un sarcófago romano del siglo II que conservó los restos de un noble medieval. La belleza, el movimiento de las figuras y su expresividad marcaron profundamente al grupo de artistas que pudieron haber asistido al concilio. El taller del Maestro de Frómista, inspirándose en este modelo, recreó en un capitel la disposición exacta de los personajes del sarcófago, cambiando intencionadamente el relato representando el ciclo de Caín y Abel.
Probablemente, poco tiempo después, ese taller de escultores se desplazó hasta la catedral de Jaca, donde tanto el sarcófago de Husillos como el capitel de Caín de Frómista habían marcado ya los antecedentes para la realización del capitel de Isaac de la Seo jaquesa. Isaac, con su pose quiástica (en forma de X) y su desnudez, está considerado por los especialistas en arte medieval como una de las figuras más bellas del románico español.
¿Sabías que…? Durante mucho tiempo se ha llamado a este capitel el «capitel del canon» puesto que se creía que respetaba exactamente las proporciones del canon de belleza greco-romano teorizado por el artista griego Policleto en el siglo V a.C., según la cual el cuerpo humano perfecto tendría una altura equivalente a 7 cabezas.