s. XV, último cuarto
Temple sobre tabla
Procede de la iglesia parroquial de San Sebastián de Piedratajada (Zaragoza)
En abril os mostramos la pintura gótica de San Sebastián que presidía el retablo mayor de la iglesia parroquial de Piedratajada. San Sebastián, que nació en Narbona aunque se educó en Milán, fue soldado del ejército romano en época de Diocleciano y Maximiano, los cuales lo tenían en gran estima, hasta el punto de colocarlo al frente de la primera cohorte, encargada de dar escolta a los emperadores. Sin embargo, al descubrirse que era cristiano, Diocleciano ordenó que lo sacaran al campo, lo ataran a un árbol y lo asaetearan. A pesar de la gravedad del tormento, no falleció y algunos días más tarde se presentó ante los emperadores para recriminarles su actitud hacia los cristianos; como consecuencia ordenaron que lo apalearan hasta la muerte. San Sebastián fue un mártir muy venerado en la Edad Media debido a que a él se pedía protección frente a la peste, enfermedad muy extendida en los siglos del Medioevo.
El retablo de Piedratajada, dedicado a San Sebastián, estaba formado por una predela que constaba de cinco tablas representando la Prisión de San Sebastián, el Interrogatorio del santo, el Ecce Homo, el Martirio de San Sebastián y su Entierro; un cuerpo de tres calles presidido por el santo titular flanqueado a ambos lados por San Fabián y San Cristóbal, y la imagen del Calvario en el ático. En 1975 todas las imágenes del retablo, a excepción de las dos tablas laterales, fueron robadas. En diciembre de 2012 la tabla de San Sebastián fue hallada por la policía portuguesa y gracias a la rápida intervención de la Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía fue recuperada y devuelta a la Diócesis de Jaca el 22 de febrero de 2013.
Mª Carmen Lacarra atribuye la realización del retablo a Martín Bernat, afamado pintor aragonés colaborador de Bartolomé Bermejo, cuyo trabajo se desarrolla a finales del siglo XV dentro de la estética hispano – flamenca, caracterizada por el uso de un colorido muy vivo, el dominio de la perspectiva y la aplicación de finas láminas de pan de oro sobre los nimbos, fondos y vestidos para enriquecer la composición, así como plata para el trono. En esta obra, se puede destacar el empleo de dos técnicas decorativas del dorado: los relieves o pastillajes con los que se da volumen a la decoración del cinturón, la espada o el collar del santo; y las incisiones con herramientas de metal como el buril (de punta redonda) o el troquel (de formas más variadas), que alcanza su mayor refinamiento en la decoración del nimbo de San Sebastián.
¿SABÍAS QUE…? En este caso San Sebastián se representa a la manera de la pintura española, es decir, ataviado con lujosas vestimentas y equipado con arco y flechas en la mano, mientras que en otros lugares será más común su iconografía como centurión romano, con traje militar o armadura, hasta que a partir del siglo XV se generalizará la representación del santo desnudo y asaeteado como recuerdo de su martirio