Procedente de la localidad de Acumuer.
Estilo Renacentista.
Ubicado en la iglesia de Santiago (Jaca).
Para continuar con la temática jacobea de las piezas del mes de este año y sin dejar de lado la celebración de la Asunción de la Virgen que se celebra el día 15 de agosto, hemos seleccionado como pieza del mes el Retablo de la Dormición de la Virgen ubicado en la iglesia de Santiago de Jaca.
La fiesta de la Dormición de la Virgen comenzó a celebrarse a partir del siglo VI en Oriente como un modo de expresar que la Virgen no fallece sino que vivió un tránsito más parecido al sueño que a la muerte. Según la tradición, cuando María estaba a punto de abandonar este mundo, todos los Apóstoles, excepto Santiago el Mayor, que había sufrido martirio y Tomás, que se hallaba en la India, se congregaron en Jerusalén para acompañarla en sus últimos momentos. Y una tarde, serena y blanca, cerraron sus ojos y depositaron su cuerpo en un sepulcro. A los pocos días, cuando Tomás, llegado con retraso, insistió en ver el cuerpo de la Virgen, encontraron la tumba vacía, mientras se escuchaban cantos celestiales.
En el catolicismo el Tránsito de María o Dormición es la glorificación del cuerpo de la Virgen María mediante la definitiva donación de la inmortalidad y la ascensión a los Cielos. Es un dogma de fe desde el año 1950 y la tradición mayoritaria considera que la Virgen fue asunta a los Cielos en cuerpo y alma. En el lenguaje iconográfico, se llama Dormición de la Virgen a aquella representada en un lecho, amortajada tapada con ropa de cama, como se puede ver en esta pieza del mes de agosto.
El retablo renacentista de Acumuer es una obra de arte tallada en madera y posteriormente dorada y policromada. Aparece representada en el centro, la escena de la Dormición con una composición en la que está la Virgen en el lecho y rodeada por los Apóstoles. Por encima de la forma avenerada que cierra el espacio que los cobija, se puede diferenciar a la Virgen subiendo a los Cielos y rodeada de ángeles. Sobre ella, en el ático del retablo, la representación de la crucifixión de Jesús con la Virgen y San Juan Evangelista y por encima Dios Padre en actitud de bendecir. En las hornacinas laterales por encima de la escena central aparecen a la izquierda Santa Orosia, patrona de Jaca y su Diócesis y Santa Bárbara a la derecha; y por debajo de ellas, siempre de izquierda a derecha, San Miguel matando al demonio, y San Martín de Tours representado cortando su capa para dar una parte a un pobre.
¿Sabías que…?
Ante la creencia cristiana de que la muerte es solo un tránsito y, por tanto al fallecer lo que se hacía era “dormir” para esperar a la futura resurrección, se sustituyó el término de necrópolis, por el de cementerio, cuyo significado literal es “dormitorio”. Cementerio proviene del latín vulgar “cemeteriu”, y éste del latín culto “coemeterium” que a su vez venía del griego “koimeterion” que literalmente significa: lugar donde dormir (koimo: dormir + -terion: sufijo de lugar).