Enero 2020. Pinturas de Urriés

Hacia 1310-1330

Iglesia de San Esteban en Urriés (Zaragoza)

            Esta colección de pinturas fue descubierta durante las obras de restauración de la iglesia de San Esteban de Urriés al desmontar un retablo moderno del ábside de la iglesia, en 1962.

Se tomó la decisión de arrancar estos frescos y llevarlos a Barcelona al año siguiente para proceder a su traspaso a lienzo y a su posterior restauración. Es precisamente con esta colección de frescos con la que se inició toda la serie de hallazgos que dio lugar al núcleo fundacional del Museo Diocesano de Jaca.

            Las pinturas se distribuían por los dos lados del ábside, y en ellas podemos diferenciar escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, separadas unas de otras por bandas con inscripciones aclaratorias sobre el significado de las imágenes representadas. Entre las pinturas de Urriés que se exponen en el museo podemos distinguir diferentes episodios de la Biblia, a Adán y Eva cometiendo el Pecado Original, la Anunciación y la Visitación, y el  que es, sin duda, una de las piezas más icónicas, tanto del museo diocesano como del pueblo de Urriés, el fresco del Beso de Judás.

            Estilísticamente las pinturas murales de Urriés corresponden a la tendencia del gótico lineal, en el que destacan las líneas del dibujo, la ausencia de perspectiva y la persistencia del uso de inscripciones identificativas de las escenas. También se caracteriza por la representación de los sentimientos y por la introducción de mayor expresividad y movimiento, sobre todo si lo comparamos con el arte románico anterior.

            Podemos apreciar todas estas características si atendemos a ese lenguaje gestual y expresividad de los personajes, que casi roza la caricatura ya que en el fragmento del Pecado Original Eva está sonriendo y ofreciendo la manzana a Adán, mientras que éste aparece con gesto desconfiado, echándose un poco hacia atrás y levantando la mirada hacia el cielo, sabiendo de lo prohibido de su acto y de la sanción que éste les puede acarrear, en un estilo lejano al hieratismo y la rigidez  propios del precedente arte románico.

            En cuanto al fragmento del Prendimiento sin duda destacan el grupo de soldados, que supone una importantísima fuente documental para conocer el armamento y la vestimenta de los soldados medievales, ya que, a pesar de ser soldados romanos, aparecen uniformados como soldados de la época del pintor. Distinguimos a seis hombres ataviados con cota de malla y portando las armas propias de la época, mientras que uno de ellos sujeta una antorcha puesto que la escena acaece por la noche.

¿SABÍAS QUE…?    

            Con motivo del décimo aniversario del Museo Diocesano de Jaca, cada una de las “Piezas del mes” de este 2020 será una de las más icónicas del museo, de esas que ya estaban en la colección aquel 9 de febrero de 2010 cuando el MDJ abrió sus puertas tras 7 años de obras de mejora y adaptación a las necesidades del siglo XXI. Para el mes de enero os proponemos la primera pintura que fue descubierta de todas las que se exponen en el MDJ.

¿SABÍAS QUÉ…?

            En la bóveda de horno de la iglesia de San Esteban de Urriés aparecieron restos de un Pantocrátor con el Tetramorfos, decoración habitual en la pintura mural románica, pero debido a su mal estado de conservación no pudieron salvarse, lo que sí pudo preservarse fue la decoración del cilindro absidal, que estaba integrada por dos registros superpuestos dedicados a escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

¿SABÍAS QUE…?

La iconografía de Judas en la Baja Edad Media estuvo muy marcada por el IV Concilio de Letrán (1215-1216) que acentuó la segregación de los judíos y estableció para ellos un tipo físico específico: piel oscura, gran nariz aguileña y grueso cuello. Poco a poco las imágenes medievales de Judas, cuyo nombre significa «el judío», se van afeando y adquieren estas características.  Además el discípulo traidor suele presentar una altura menor que Jesús, viste de amarillo por ser el color vinculado con la traición por la teología eclesiástica medieval y en ocasiones se representa pelirrojo porque en la Edad Media este color excepcional tenía un carácter negativo ya que recordaba las invasiones de los pueblos del Norte y se relacionaba con el infierno.

¿SABÍAS QUE…?

La presencia de anacronismos en las obras de arte suele ser frecuente dado que muchos artistas no ambientan las escenas en la época a la que hacen referencia sino en el momento en que ellos viven. Así, este pintor que trabajó en Urriés a principios del siglo XIV, no representó a unos soldados romanos sino medievales. De hecho este detalle de los guerreros ha atraído el estudio de los historiadores puesto que se convierten en un auténtico documento que nos permite conocer el atuendo de los ejércitos medievales de la época con cotas de malla y cascos semiesféricos o cónicos, y las armas propias del momento como hachas, espadas y alabardas.

¿TE HAS FIJADO EN…?

Los rostros de ambos protagonistas nos muestran sentimientos en contraposición al hieratismo y la ausencia de expresión románica: Eva, con esa sonrisa maliciosa y traviesa; y Adán, echando su cuerpo hacia atrás y cuyo rostro refleja una mezcla de desconfianza y preocupación, sabiendo de lo prohibido de su acto y de la sanción que éste les puede acarrear.

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