Románico. Último tercio del siglo XIII
Pintura. Fresco traspasado a lienzo
Procede de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Navasa
En la Edad Media, el camino de Santiago era una verdadera aventura que no todos estaban dispuestos a iniciar: implicaba dejar el hogar vacío durante varios meses, correr el riesgo de ataques a manos de musulmanes y ladrones, o sufrir las inclemencias del tiempo, entre otros peligros. Por estos motivos, los peregrinos solían pedir protección a santos ligados a la ruta jacobea, como San Roque, San Amaro o San Cristóbal. Pero, ¿sabíais que hay también un arcángel encargado de proteger a los caminantes?
Con motivo del Año Santo Jacobeo, este mes de julio hablamos del arcángel San Rafael, representado en los frescos románicos de Navasa. Esta figura angélica aparece en un fragmento pictórico procedente de la cabecera del templo. Envuelven su imagen las representaciones de San Juan Bautista y de dos de los evangelistas en forma de animales, identificados por sus nombres: San Juan (águila) y San Lucas (buey). Estos en origen estaban acompañados por San Marcos y San Mateo, y todos ellos formaban parte de una escena mucho mayor protagonizada por la Maiestas Domini, hoy en día muy deteriorada.
De San Rafael se nos habla en el Libro de Tobías, del Antiguo Testamento. Su nombre significa “Dios cura”. En este texto se nos cuenta que el joven Tobías, hijo del ciego Tobit, dejó su casa para viajar hasta el hogar de su amada Sara y casarse con ella. En el camino se le apareció San Rafael bajo la apariencia de un viajero en busca de trabajo, y se ofreció como guía a Tobías. Durante su viaje, Tobías pescó un pez, y San Rafael le ordenó que guardase la hiel, el hígado y el corazón del animal porque “sirven para la medicina”. De este modo, el arcángel no solo consiguió que Tobías llegase sano y salvo a casa de Sara, sino que a la vuelta el joven le devolvió la vista a su padre Tobit al untarle la hiel del pez en los ojos por recomendación del arcángel Rafael. En virtud de estos motivos, San Rafael es el patrón de la medicina, pero también de los enamorados y de los viajeros. Es por ello que muchos peregrinos tienen especial devoción a este arcángel, que se presenta en la Biblia como buen amigo y protector de aquellos que inician un viaje movidos por su fe y sus buenas acciones.
¿Sabías que…?
La imagen de Cristo en Majestad flanqueado por el Tetramorfos, también conocida como Maiestas Domini, se extrae de la descripción que hace San Juan del Apocalipsis. Entonces, ¿por qué se decidió incluir San Rafael es una escena apocalíptica? Es probable que fuera un guiño a los peregrinos, ya que Navasa se sitúa en el Campo de Jaca, punto de enlace con las múltiples vías jacobeas que se dirigen desde Jaca hasta Navarra. Para tranquilizar a los peregrinos y asegurarles un buen viaje, se incluyó en la iglesia (parada obligatoria) la imagen del arcángel.