Autor: Desconocido
Cronología: Barroco. S.XVIII
Técnica: Óleo sobre lienzo
Medidas: 63 cm. x 76 cm.
Procede de la Catedral de San Pedro de Jaca
Con motivo de la Semana Santa de este año presentamos como pieza del mes este óleo sobre lienzo con la representación del Santo Entierro.
Centra la composición el cuerpo inerte de Cristo recostado sobre un sudario blanco, con la cabeza inclinada hacia detrás, la boca entreabierta y el cuerpo desnudo sólo cubierto por un pequeño paño de pureza. A su izquierda y sosteniendo el sudario se representa a un hombre de edad avanzada, calvo y con barba blanca, que podría ser identificado como José de Arimatea, y que, con claras muestras de tristeza en su rostro dirige su mirada hacia el Cristo yacente.
En el extremo opuesto aparecen dos mujeres que pueden interpretarse como María Magdalena y la Virgen María. Ambas están caracterizas por la diferencia en sus ropajes ya que la Magdalena se representa como una mujer joven, de larga melena y ataviada con una túnica roja que deja uno de sus hombros al descubierto, mientras que María, representada arrodillada, cubre su cabeza con un velo y va vestida con tonos más oscuros propios de una mujer de mayor edad y viuda. Detrás de ellas hay otros personajes, quizás algunos de los Apóstoles aunque sus siluetas apenas son visibles por la escasa iluminación que reciben. Lo mismo ocurre con el hombre que completa la escena en el ángulo superior izquierdo del que sólo apreciamos su rostro de perfil y el pañuelo a modo de turbante que cubre su cabello.
Esta obra barroca destaca por el especial tratamiento de la luz lo que la convierte en un buen ejemplo del llamado tenebrismo que se caracteriza por el fuerte contraste entre los espacios iluminados y los que quedan en sombra. El foco de iluminación es artificial, simulado con una gran vela que ocupa el centro de la composición y cuya luz irradia sólo el cuerpo de Cristo y a las personas más cercanas a él, mientras que el fondo y los personajes que lo ocupan quedan en penumbra.
Con este fuerte contraste entre las luces y las sombras se consigue, además de contribuir a crear la sensación de profundidad, destacar a las figuras que participarían en el Llanto sobre el Cristo Muerto y crear una auténtica atmósfera de tristeza.
¿Sabías que…?
El tenebrismo es una aplicación radical de la técnica barroca del claroscuro, por el que únicamente las figuras temáticamente centrales destacan iluminadas de un fondo generalmente oscuro. El considerado como primer gran maestro del tenebrismo es el italiano Caravaggio y existen dos vertientes básicas de este estilo que responden a la distinta fuente de iluminación: la conocida como Luz de Vela en la ésta irradia de una candela, como en la obra del MDJ, frente a las obras en las que se simula que la luz entra por una ventana o un tragaluz.