Cronología: Barroco.
Localización: Iglesia de Santiago en Jaca.
Para el mes de octubre, con motivo de la celebración de la festividad de la Virgen del Rosario el día 7 de este mes, hemos seleccionado como pieza para analizar el retablo de la iglesia de Santiago que está dedicado a esta advocación de la Virgen.
La tradición del Rosario nace, según testimonia la Iglesia, al aparecerse la Virgen a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores, conocidos posteriormente como Dominicos, en el año 1208. Le enseñó a rezar el Rosario, le invitó a propagar esta devoción y a que la utilizara para la conversión de los pecadores.
El detonante para que la devoción al Rosario se extendiera con gran popularidad fue la victoria en la Batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, de los cristianos, representados por la Liga Santa, frente a la armada del Imperio Otomano. Los cristianos antes de la batalla se encomendaron a la Virgen y rezaron el Santo Rosario, por eso la victoria se atribuyó a la intercesión de la Virgen.
Este retablo en origen estuvo ubicado en el ábside sur de la Catedral de Jaca. En el lienzo del centro, perteneciente a la Escuela Italiana de Pintura, se puede identificar a la Virgen María sentada, con el niño Jesús de pie, sobre sus rodillas. Sobre ellos dos angelitos la coronan como reina y otros revolotean a su alrededor. Una gran corona de rosas enmarca la escena e identifica a esta imagen como la de Nuestra Señora del Rosario. También encontramos flores en la moldura de madera que separa la imagen de la Virgen del ático del retablo.
En la parte superior del retablo, en el ático, se pueden diferenciar cuatro personajes: dos ángeles y dos santos. En la izquierda aparece San Vicente Mártir, que fue un clérigo hispanorromano y diácono de San Valero de Zaragoza. Se le identifica gracias a la piedra de molino que porta y con la que fueron arrojados sus restos al mar tras su fallecimiento.
El otro santo que aparece es una mujer con hábito de monja que puede ser identificada con Santa Catalina de Siena, copatrona de Europa e Italia y doctora de la Iglesia. Es la monja principal de la orden dominicana, que fue la encargada de promover el rezo del Santo Rosario y la devoción a la imagen de la Virgen con el Niño bajo la advocación del Rosario.
En el banco del retablo, es decir en la parte inferior, de izquierda a derecha, volvemos a encontrar la representación de San Vicente, una Adoración de los Magos, y de nuevo Santa Catalina con una cruz y acompañada de ángeles.
¿Sabías que…?
La palabra Rosario significa corona de rosas. Metafóricamente cada avemaría de los que componen el rezo sería una rosa y juntas compondrían la corona. Según una leyenda, María recoge de los labios de sus devotos los avemarías que éstos rezan, los transforma en rosas y luego los va juntando por medio de un hilo hasta formar una corona con la que adorna sus cabezas.