Diciembre 2011. Matanza de los Inocentes de Bagüés

Hacia 1100

Pintura mural al fresco

Procede de la iglesia de los santos Julián y Basilisa de Bagüés

En diciembre presentamos como pieza del mes la escena de la Matanza de los Inocentes perteneciente a las pinturas murales de Bagüés y que representa el mayor programa de pintura mural románica de España y uno de los más grandes de Europa. Este espacio permite al visitante del siglo XXI imbuirse plenamente en la estética de una iglesia románica y sentirse rodeado por unos frescos que reproducen en imágenes una completa historia de la salvación de la Humanidad.

Una de las escenas de mayor tamaño de este completo programa iconográfico es la de la Matanza de los Inocentes en la que el maestro de Bagüés consigue plasmar una sensación de dinamismo y una expresividad poco habituales en la pintura románica. La narración plástica del texto bíblico recogido por San Mateo (Mt. 2, 16- 18) une dos instantes concatenados: a la izquierda podemos apreciar el momento en el que el rey Herodes ordena la matanza, seguida en el lado de la derecha por la dramática consumación de la cruel orden del rey.

Ante Herodes, representado con la gestualidad y atributos propios del poderoso, cobijado bajo un arco y portando cetro y corona, se presentan en genuflexión de vasallaje un sicario con la mano en el pomo de la espada acompañado de una docena de hombres recibiendo órdenes de su señor para ejecutar la tragedia. En este grupo de personajes se aprecia como el artista hace uso del recurso de la multiplicación de cabezas para dar idea de multitud, representando únicamente el primer personaje y repitiendo el perfil de las cabezas restantes en altura de modo que indican que hay varios personajes unos detrás de otros.

A continuación, un soldado con la espada levantada sirve de nexo entre este espacio y el de la matanza, la cual se desarrolla en dos tiempos; en el primero de ellos, un niño desnudo, sostenido por una mujer que esconde a otras tras de sí, se alza como símbolo de los perseguidos, mientras que un sicario con espada en alto junto a otros tres tratan de arrebatarlo a la mujer. En el segundo de los tiempos parece consumarse la agresión: un niño envuelto en pañales es arrebatado de los brazos de su madre por un hombre que levanta un hacha. Esta mujer de expresión triste, se inclina hacia el lado contrario al del atacante intentando proteger a su retoño de las manos del verdugo que lo sujeta por los cabellos, mientras bajo sus pies se acumula un grupo de cadáveres que contribuyen a incrementar el dramatismo de la escena.

¿TE HAS FIJADO EN…?

La escena de la izquierda en la que Herodes ordena la matanza muestra una peculiaridad iconográfica habitual en el románico hispano, ya que tras el rey aparece un personaje que le habla junto a la oreja mientras Herodes atiende sus indicaciones. El personaje no es otro que el diablo que mal aconseja a Herodes y le incita a llevar a cabo el exterminio de los inocentes.

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