Marzo 2011. Frontal de altar de Santa María de Iguácel

FRONTAL DE ALTAR DE NUESTRA SEÑORA DE IGUÁCEL

Hacia 1300-1315

Pintura al temple sobre madera de pino

Este mes de marzo queremos mostrar el frontal de altar procedente de la ermita de Santa María de Iguácel expuesto en el ámbito gótico del museo. Fue en 1928 cuando el profesor norteamericano A. Kinsgley Porter presentó la pieza a la comunidad científica internacional. Poco tiempo después se dio por desaparecida hasta que fue redescubierta de modo fortuito durante las obras de restauración del templo realizadas en 1977. El motivo de su desaparición y posterior hallazgo fue que el frontal había sido escondido vuelto del revés en la zona del presbiterio y se utilizaba como tarima del suelo, lo que produjo importantes pérdidas en el registro inferior.

La tabla de Iguácel está dedicada a la vida de la Virgen María desde la Anunciación hasta su Asunción al Cielo, distribuyéndose las escenas en dos registros horizontales. El orden de lectura se inicia en el ángulo superior izquierdo con la Anunciación del arcángel San Gabriel a María. A continuación aparecen San José y María bajo un arco, en una escena que se ha interpretado como los Desposorios de la Virgen o la Duda de San José. La lectura continúa en el registro superior derecho con la Visitación de María a su prima Isabel y en el extremo, en una única composición con dos planos superpuestos, se representan juntos el Nacimiento de Jesús y el Anuncio a los pastores. El registro inferior lo ocupan de izquierda a derecha: la Presentación de Jesús en el templo y la Adoración de los Magos. Finaliza la narración con las escenas distribuidas en la parte central: la dormición de la Virgen rodeada por los apóstoles representados con expresivos gestos de dolor, y la Asunción de María al cielo que muestra a seis ángeles flanqueando una mandorla en cuyo interior aparece Jesús acogiendo a su Madre en el regazo.  

Aunque el frontal está pintado al temple sobre madera de pino, sigue el modelo de los antipendios medievales realizados en orfebrería y esmaltes, ricos materiales que aquí se simulan en los fondos de las escenas y especialmente en el marco que presenta pequeñas oquedades como recreación del lugar en el que irían engarzadas las piedras preciosas.

¿TE HAS FIJADO EN…?

La representación del Nacimiento de Jesús sigue la estética bizantina ya que, a diferencia de las obras de influencia occidental en las que la atención se centra en la Sagrada Familia y la escena tiene lugar en un establo, en este caso la composición se sitúa bajo un entorno montañoso que se asemeja a una gruta y aparecen más personajes, como las comadronas, Celomí y Salomé,  citadas en los Evangelios Apócrifos como aquéllas que testificaron la virginidad de María.  Además la Virgen aparece tumbada en un lecho, mientras que en épocas posteriores se le representará arrodillada y con las manos juntas contemplando la divinidad de su Hijo.

Deja un comentario