Segunda mitad del siglo XII
Catedral de Jaca (Huesca)
En marzo la pieza del mes nos devuelve la imagen del desaparecido claustro románico de la catedral de Jaca del que posiblemente formarían parte los capiteles que ahora se exponen en el MDJ.
Este espacio, construido en el siglo XII, era el corazón de la vida de los canónigos que seguían el espíritu de la regla de San Agustín, es decir, que estaba obligados a vivir en comunidad como si la catedral fuera un monasterio. Por eso, en torno a este espacio se articulaban toda una serie de dependencias (cocina, refectorio, dormitorios, capillas…) que posibilitaban la vida comunitaria del Cabildo catedralicio.
El aspecto del primitivo claustro se puede reconstruir gracias a varios documentos del siglo XVI conservados en el archivo de la Catedral que lo describen como un espacio formado por cuatro crujías abiertas al jardín mediante arcos de medio punto trasdosados con motivos ajedrezados y levantados sobre un podio que servía de base a columnas simples y dobles rematadas en bellos capiteles románicos de diferente temática. En el centro de este espacio se disponía el jardín presidido por una fuente y con parterres ornamentados con plantas aromáticas, medicinales y culinarias.
A comienzos del siglo XIV, en 1302, se produjo la secularización del cabildo de la catedral jaquesa y el progresivo abandono y deterioro de algunas dependencias, hasta tal punto que en el siglo XVII el claustro se encontraba en estado ruinoso. Por este motivo se llevó a cabo una reforma en la que se sustituyeron las antiguas techumbres de madera que cubrían las crujías por las bóvedas actuales y se cerraron los muros, desmontando la antigua arquería románica de la que todavía se conservan los ábacos del claustro actual y muchos capiteles, algunos reutilizados en la catedral o expuestos en el museo y otros dispersos en manos particulares.
Dos de los últimos capiteles que se han incorporado a la exposición permanente del MDJ el pasado 15 de febrero, han sido los que se encontraban en el Ayuntamiento de Jaca, cedidos en depósito tras su restauración al MDJ.
Uno de ellos, de temática figurada, representa varias arpías. Estos seres fantásticos tienen su origen en la mitología griega y son incorporados a la iconografía románica a través de los bestiarios medievales. Se representan como animales maléficos con cuerpo y garras de rapaz, busto femenino, largos cabellos y cola de serpiente y se les atribuía, entre otras acciones, conducir las almas y raptar hombres. Además de su apariencia monstruosa, también se consideraba que eran despiadadas, crueles y violentas y difusoras de suciedad y enfermedad. Gozaron de muy mala prensa y de ahí el dicho popular de “eres una arpía” referido a una persona codiciosa o malvada.
¿TE HAS FIJADO EN…? Gracias a las nuevas tecnologías del siglo XXI, se ha podido reconstruir virtualmente la imagen original del claustro románico de la catedral antes de su profunda transformación en el siglo XVII.